lunes, 20 de junio de 2011

ESQUEMA CONCEPTUAL CONTRACTUALISTAS

Esquema Conceptual Contractualistas

martes, 31 de mayo de 2011

En el pensamiento de Rousseau hay dos elementos fundamentales: su profundo ascendente calvinista y su formación en la lectura del autor griego Plutarco. El calvinismo le conduce a considerar las ciencias y las artes de todos los tiempos y países como ejercicios de la misma curiosidad que llevó al hombre a salir del Paraíso. En este sentido son obra de la debilidad humana, del orgullo, de la voluntad de destacar, de hacerse igual a Dios. Así los vicios humanos son los verdaderos motores de las ciencias la ambición y la mentira generaron la elocuencia del orador la avaricia del comerciante produjo la aritmética; la superstición produjo la astronomía, etcétera.
Rousseau habla como un moralista, pero en el fondo su lenguaje es una reproducción del lenguaje religioso que en otro tiempo lanzó Lutero contra la ciencia y la razón. Para esta vieja tradición, la ignorancia era el
estado que la sabiduría divina había previsto para el hombre.
Pero si las ciencias y Las artes eran fruto de la vanidad y del orgullo: ¿con qué llenarían los hombres su vida? Aquí interviene su lectura de los grandes hombres de la Antigüedad según los pintó Plutarco en sus Vidas Paralelas. Ante él pasan ahora los grandes hombres ce Esparta, Persia, la antigua Roma. Los grandes forjadores de Estados, rudos, primitivos, sencillos, patriotas, virtuosos, austeros y ascetas, creadores de orden político que mantienen con rigor, con leyes estrictas. Estos hombres odiaban el lujo, la vanidad, el engaño, La doblez. En la idealización de Rousseau, estos hombres eran generosos al sacrificarse por la humanidad, al defender la libertad de su patria, al derramar su sangre en el combate por sus hijos, al honrar a los dioses de la polis griega.
Si se mezclan los dos elementos, se tiene la tesis más básica de Rousseau: la vida entregada a las artes y las ciencias no es sino la falsa libertad que los poderosos conceden a los hombres para que estos no sientan lo que realmente son,«esclavos de un orden político despótico».
Desigualdad entre los hombres:
[...] si eliminamos del pacto social lo que no le es esencial, nos lo encontramos reducido a los términos siguientesCada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general y nosotros recibirnos corporativamente cada miembroo como parte invisible del todoEste acto de asociación  produce inmediatamente, en lugar de la persona particular de cada contratante, un cuerpo moral y colectivo compuesto de tantos miembros como votos tiene la asamblea, el cual recibe de este mismo acto su unidad, su yo común, su voluntad y su vida. 
J. J. Rousseau, El contrato social
Jean-jacques Rousseau (Ginebra 1712- Ermenonville 1778)De formación autodidacta, cultivó distintos campos del saber. Llegó a París en 1741, donde frecuentó el círculo de los enciclopedistas, con quienes más tarde rompió. Rousseau se opone a la idea ilustrada de progreso, puesto que concibe que en la cultura y la civilización radican todos los males que aquejan al hombre, el cual, siendo bueno por naturaleza, se ha visto conducido a un estado de corrupción. Frente al pensamiento ilustrado, que cifraba en la razón la conquista de la felicidad, Rousseau mantuvo que la dicha solo se alcanza atendiendo a los propios sentimientos, que permiten recuperar la armonía y justicia perdidas. En toda la obra de Rousseau se aprecia una exaltación del sentimiento, que se refleja en sus teorías sobre la religión, la estética y la educación. En política, afirmó que la sociedad civil es un cuerpo único nacido de un pacto social y defendió sin restricciones la soberanía popular. De su vasta producción cabe resaltar las entradas sobre música de la Enciclopedia, Discurso las ciencias y las artes (1750), Discurso sobra origen de la desigualdad de los hombres (1755), Emilio (1762), El contrato social (1762); y desde  un punto de vista literario, Ensoñaciones de un paseante solitario (1782) y Confesiones  (1782-89).
El origen de los Estados: Según Rousseau, la inseguridad de la vida entre propietarios ricos y pobres fue creciendo al compás de sus diferencias. Unos querían defender lo que tenían con la fuerza, otros querían tomarse lo que necesitaban también con violencia. Así que caían en luchas continuas. Esas luchas eran aprovechadas por otras comunidades extranjeras para dominar a las dos partes. Así cree Rousseau que se formaron los Estados: con el objetivo de pacificar las luchas internas y para defenderse de los extranjeros. 
De este modo, en lugar de fundarse sobre la igualdad natural, sobre el derecho natural a la vida y a la libertad, los Estados se fundaron sin eliminar el derecho meramente convencional a la propiedad, que estaba en el origen de la misma guerra y violencia que se quería superar. Los hombres se sometieron a los poderosos para conservar la vida y sus bienes, entregando la igualdad y la libertad. En este sentido, Rousseau admiraba la fundación del Estado de Esparta, pues los espartanos supieron anular las diferencias de propiedad y edificar sus instituciones sobre la igualdad.
Como la igualdad primitiva dio paso a una desigualdad anti-natural?: Si el hombre natural es un ser entregado a su instinto de conservación y dotado de un sentido de compasión por el dolor ajeno, si la mezcla de estos instintos garantiza que el hombre sea por naturaleza un ser independiente y pacífico, ¿cómo se convierte en un ser gregario, sociable, dependiente, violento, esclavizado?
Rousseau explica la diferencia entre el hombre natural y el hombre civilizado actual por un instinto diferente del de conservación y del de compasión. Este instinto es la perfectibilidad.
Antes de la propiedad tuvo que producirse una institución, la familia, y con ella tuvo que introducirse la estabilidad de relaciones humanas y, finalmente, la agricultura y la tecnología de los minerales. Solo entonces se desplegó algo fundamental: la división del trabajo. Rousseau funda luego el derecho de propiedad a la tierra en el continuo trabajo sobre ella. De este modo, el trabajo es la forma de perfectibilidad humana que produce la desigualdad social. Como en los viejos relatos bíblicos, el trabajo es así una condena y una maldición para el hombre.
Su Biografía: (Ginebra, 28 de junio de 1712 - Erménonville, 2 de julio de 1778)
Filósofo, literato y pedagogo suizo. A principios del siglo XVIII nace Jean-Jacques Rousseau; justo cuando comienza el tan conocido Siglo de las Luces. Si bien la mayoría de los intelectuales de la época asumieron enteramente los presupuestos filosóficos de la Ilustración, Rousseau, que incluso llegará a colaborar con la Enciclopedia, años despues cortará sus colaboraciones e incluso su relación con algunos de los ilustrados.

Su padre, Isaac Rousseau, de profesión relojero, se encargó de su primera instrucción. Ya de niño, se interesó por la literatura, leyendo toda clase de libros, incluido Plutarco.

A raíz de una disputa, tras la cual quedó herido un adversario, Isaac Rousseau tiene que huir de Ginebra, dejando a su hijo en manos de unos familiares. Pero las dificultades económicas de estos hacen que Rousseau abandone los estudios primarios, que cursaba junto a su primo, y se traslade de nuevo a Ginebra, donde comienza a trabajar como aprendiz de grabador en un taller. No satisfecho con su empleo, decide huir y se traslada a Saboya. Allí, mediante la ayuda de un párroco, conoce a Madame Warens que lo envía al Instituto de Catecúmenos en Turín, donde es bautizado como católico. Después de algunos meses en esa ciudad, vuelve junto a Madame Warens, con la que pasaría 11 años de su vida.

En 1740, se dirige a Lyon en calidad de preceptor y luego a París. En esta ciudad, se relaciona por vez primera con los enciclopedistas; entre otros, conocería a Diderot y Condillac. Aparte de algunos trabajos hechos en el terreno musical y de algunas comedias, colabora en la Enciclopedia redactando artículos sobre música. En esta época, trabaja también como secretario de algunas familias nobles.

A raíz de las relaciones que mantiene con Teresa Levasseur le nacerán cinco hijos, que irá abandonando en el hospicio.

En 1749, la Academia de Dijon convocó un concurso sobre el tema «si el restablecimiento de las ciencias y las artes ha contribuido a la depuración de las costumbres», y lo gana con un «Discurso» en el que responde negativamente. Su respuesta provoca confusiones y asombros y Rousseau empieza a ser un hombre polémico en la sociedad en que vive.

En 1753, también la Academia de Dijon, propone otro tema: «Cuál es el origen de la desigualdad de los hombres y si lo autoriza la ley natural». Rousseau responde con un «Discurso» en el que explica y desarrolla las ideas del primero.

Por razones no muy claras, seguramente por diferencias de orden intelectual, corta sus relaciones con los enciclopedistas. Vive en esta época en casa de unos amigos en l'Ermitage y, producto de esta estancia, son sus obras más importantes: «La nueva Eloísa», «El contrato social» y «Emilio».

«La nueva Eloísa» se publica en 1761 con bastante éxito. En 1763, se publican el «Contrato social» y «Emilio», obra que el Parlamento de París condenará, ordenándose el arresto del autor Rousseau consigue escapar. Se refugia en Suiza, pero las dificultades que se presentan le obligan a trasladarse a Inglaterra, donde, aceptando una invitación de Hume, residirá en su casa durante algún tiempo. Sus manías persecutorias, debidas a su carácter huraño e irritable, le hacen desconfiar de Hume y decide, a pesar del riesgo que ello supone, volver a Francia. Allí reanudará sus relaciones con Teresa y, en 1770, regresa a París. Poco después, se traslada a Erménonville, donde vive gracias a la hospitalidad de un admirador, y en ese mismo lugar morirá.

Su vida la conocemos por medio de dos obras autobiográficas, las «Confesiones» y las «Divagaciones de un paseante solitario».

Con Rousseau puede decirse que empieza el Romanticismo. «La Nueva Eloísa» se opone al pesimismo y escepticismo que, en general, en toda la literatura de su época es preponderante. El «Emilio o de la educación» es quizás su obra más importante. Carece casi totalmente de elementos novelescos y su fin es el de exponer los criteros educativos del autor. Fustiga enérgicamente la educación que una sociedad con intereses y clases imparte, esclavizando intelectualmente al individuo y cortando progresivamente el desarrollo natural de este. La educación natural de Rousseau se basa en que en el niño existe un principio innato, «principio activo», el cual, por medio de la experiencia («educación de las cosas»), se vaya formando de manera gradual, conforme a sus propios intereses.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

John Locke



John Locke nació en Wrington, cerca de Bristol, el 29 de agosto de 1632. Hijo de un funcionario de justicia, recibió sus primeras enseñanzas en su domicilio hasta 1646 en que, a la edad de 14 años, ingresará en la escuela de Westminster, (que ejerció una gran influencia en la vida intelectual del siglo XVII), en la que permanecerá 6 años. Finalizados sus estudios en dicha escuela, ingresará en el Christ Church, por entonces el más importante "college" de la Universidad de Oxford, en el otoño de 1652. La educación en Oxford estaba entonces bajo el predominio de la escolástica aristotelizante, lo que no resultaba del agrado de Locke, (lo que tampoco había resultado del agrado, anteriormente, de Hobbes). Allí, además de estudiar filosofía, (fundamentalmente lógica y metafísica), profundizará sus estudios de las lenguas clásicas, pero también se interesará por la física y la química, (entrando en contacto con R. Boyle y su círculo), así como por la medicina, en la que se iniciará con T. Sydenham, aunque no obtendrá la titulación hasta 1674.

Una vez finalizados sus estudios permanecerá en Oxford,impartiendo clases como Lector de griego en el Christ Church desde 1660,y también de Retórica desde 1663. En 1667 entrará al servicio de Lord Ashley (futuro Conde de Shaftesbury), representante del naciente partido "whig", con quien compartirá las variables vicisitudes políticas sufridas por aquél durante la monarquía de los Estuardo, desempeñando varios cargos de responsabilidad a su servicio. La caída política de Shaftesbury y, en parte, su delicada salud, le llevaron primero a Oxford, donde terminó sus estudios de Medicina y obtuvo la titulación y licencia para su ejercicio, y posteriomente a Francia, donde vivió de 1675 a 1680, entrando en contacto con los círculos filosóficos de la época (cartesianos y libertinos) y recibiendo, sobre todo, el influjo de la filosofía de Gassendi.

A su regreso a Inglaterra volverá a entrar al servicio de Lord Shaftesbury, pero la ya definitiva derrota política de éste le obligará de nuevo a abandonar Inglaterra, refugiándose en Holanda, donde permanecerá de 1683 a 1689. Allí finalizará el "Ensayo sobre el entendimiento humano", y publicará la "Epistola de Tolerentia", en latín, al tiempo que entra en contacto con los revolucionarios ingleses exiliados en Holanda, en consonancia con los ideales políticos plasmados en sus "Tratados sobre el gobierno civil". Tras la Revolución de 1686, que llevó al trono a Guillermo de Orange, y una vez consolidad su victoria, regresará a Inglaterra, desempeñando varios cargos en Londres, siendo el de mayor relevancia el de Comisario de Comercio. En 1691 se retirará a Oates, en Essex. Allí se instalará en la mansión de Sir Francis y Lady Masham, (una de las primeras mujeres inglesas que publicó obras filosóficas, y mantuvo correspondencia filosófica con Locke y Leibniz, publicando además la primera biografía de Locke), a la que había conocido de soltera como Damaris Cudworth en 1682, poco antes de su exilio, y con la que mantuvo una relación afectiva e intelectual hasta su muerte, el 28 de octubre de 1704.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Thomas Hobbes

Thomas Hobbes nació en Inglaterra, Malmesbury, Wiltshire, hijo de un clérigo de Wesport. En 1603 reliza sus estudios en el Magdalen Hall de la Universidad de Oxford, donde se empapa de filosofía escolástica y de lógica, graduándose en 1608. Ese mismo año se hace cargo del hijo de William Cavendish (conde de Devonshire) lo que le permitió codearse con la nobleza y las elites intelectuales.



Su primer viaje por el continente Europeo lo realiza en 1610, a raíz del cual Hobbes toma conciencia del poder que todavía ejercía el escolasticismo en la mayoría de los ámbitos de conocimiento.

En 1628 publica una traducción de Tucídides, obra que critica el sistema democrático y sus peligros, desde una perspectiva conservadora. A la muerte de William Cavendish acaecida en 1629, Hobbes trabaja como tutor del hijo de Gervase Clinton, con el que viaja por Europa descubriendo su pasión por la geometría y la aplicación de ésta a un método que demostrase los principios sociales y políticos defendidos por él.

En su tercer viaje por el continente, allá por 1637, Hobbes se relaciona con el círculo de Abbe Mersenne, estableciendo contacto con Descartes y Pierre Gassendi. En un viaje a Italia en 1636 conoce a Galileo, que le influirá en su construcción de una filosofía social fundamentada en las ciencias naturales y la geometría.

Cuando vuelve a Inglaterra en 1637, el rey y el parlamento mantenían una acalorada disputa, motivo por el cual Hobbes hizo circular secretamente un manuscrito titulado Elementos del derecho, donde defendía la necesidad de la soberanía absoluta, frente al parlamentarismo. En noviembre se exilia voluntariamente a Francia, temiendo las consecuencias que la difusíón de su escrito pudiera acarrearle. En 1642 publica De cive, una teoría sobre el gobierno y comienza a escribir De corpore, primer trabajo que incluirá posteriormente en una trilogía sobre el cuerpo, el hombre y el ciudadano.

En 1647 trabaja como tutor del futuro Carlos II, que también se hallaba exiliado en Francia y en 1648, después de soportar una enfermedad que casi le lleva al borde de la muerte, publica la segunda edición de De cive. Tres años después de la muerte de Mersenne (1648), Hobbes publica su obra más importante, Leviatán, una teoría sobre la soberanía en la que se muestra como un defensor implacable del absolutismo. Pero, debido al temor a las represalias de las autoridades francesas que veían en esa obra un ataque a la instituciones eclesiásticas, Hobbes marcha de nuevo a Inglaterra, donde se ve inmerso en una controversia en torno al tema de la libertad con el obispo de Derry, John Bramall.

En 1657 publica la segunda parte de su trilogía bajo el título De homine y cinco años después publica De corpore, enzarzándose en intrincadas disputas con los miembros de la Royal Society John Wallis y Seth Ward, sobre temas de geometría, religión y el estado de las universidades.

En 1666 la Cámara de los Comunes incluyó su obra Leviatán en el índice de libros investigados a causa de sus supuestas tendencias ateas y, a pesar de que el rey intercedió a su favor, se prohibió a Hobbes publicar ninguna otra obra, por lo que sus tres libros siguientes, que trataban temas de historia y que fueron agrupados bajo el título Bhemoth, no verían la luz hasta después de su muerte, acaecida el 4 de diciembre de 1679 en Hardwick Hall. Antes, Hobbes escribió una autobiografía en prosa y en verso latino y con 86 años publicó una traducción al inglés de la Iliada y la Odisea.